Buscando información sobre mujeres fallecidas por ahogamiento, se preguntará el lector qué morbosas intenciones me mueven, me he topado con un cuadro de Magritte que no conocía. Algunos relacionan a esta pareja de caras cubiertas con el hecho de que la madre del autor, Regina, hubiera aparecido con el vestido pegado al rostro tras darse muerte tirándose al río Sambre. Desde luego como imagen parece lo suficentemente potente como para calar hondo en el imaginario de un adolescente con cierta sensibilidad plástica. De Virginia Woolff a la Ophelia de Hamlet, existe una larga tradición de mujeres que deciden terminar sus días arrojándose al agua, a lo profundo, en una especie de intento de volver al medio líquido del que surgieron; parece una muerte especialmente femenina. No hay violencia, sólo un progresivo aletargamiento similar al sueño.
martes, 18 de septiembre de 2012
Buscando información sobre mujeres fallecidas por ahogamiento, se preguntará el lector qué morbosas intenciones me mueven, me he topado con un cuadro de Magritte que no conocía. Algunos relacionan a esta pareja de caras cubiertas con el hecho de que la madre del autor, Regina, hubiera aparecido con el vestido pegado al rostro tras darse muerte tirándose al río Sambre. Desde luego como imagen parece lo suficentemente potente como para calar hondo en el imaginario de un adolescente con cierta sensibilidad plástica. De Virginia Woolff a la Ophelia de Hamlet, existe una larga tradición de mujeres que deciden terminar sus días arrojándose al agua, a lo profundo, en una especie de intento de volver al medio líquido del que surgieron; parece una muerte especialmente femenina. No hay violencia, sólo un progresivo aletargamiento similar al sueño.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario