martes, 4 de septiembre de 2012

No les miento, en realidad no he leído a Borges. Apenas sí un relato breve. Aunque tenemos en común el gusto por la literatura y los laberintos. Vaya una manera de comenzar una declaración de intenciones. Me disculparan, pero en realidad no sé qué es lo que pretendo. Además sospecho que llego tarde. Cuando por fin me decido a iniciar una bitácora (que suena bastante más literario que un blog) parece que los twuits ganaron la batalla. Como de todos modos, siguiendo con el símil marinero, estas reflexiones son poco más que una gota en el océano de la web, qué sentido tiene siquiera plantearse algo así como una declaración de intenciones. Hablaré de lo que me venga en gana, de lo que me interese. Eso sí, permítanme que me dirija a ustedes, que fantasee con que hay alguien ahí fuera. Escuchando

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